Ana Asensio: Qué es la felicidad y cómo vivir en positivo

Ana Asensio es madre de familia numerosa, psicóloga y Doctora en Neurociencia. Sus veinte años de experiencia le han servido para perfeccionarse como experta en psicoterapia Gestalt, desarrollo evolutivo, terapia del lenguaje y transpersonal, mindfulness, relaciones familiares y autismo.

En el año 2006 fundó el colegio específico para niños con autismo Juan Martos y en 2007 el centro de psicología Agenda. Es fundadora de su proyecto, Vidas en Positivo y autora del libro con el mismo nombre.

¿Qué es la felicidad?

Para alcanzar el significado completo de la felicidad, Ana nos propone conocer las aceptaciones de la RAE: “Ausencia de inconvenientes o tropiezos” o “Estado de grata satisfacción espiritual y física”. Ambas definiciones son correctas, aunque Ana prefiere la segunda ya que está relacionada con su concepto de felicidad, el cual se asocia con el bienestar emocional.

De esta forma, la felicidad está asociada al bienestar y todo lo que conlleva:  serenidad, calma, paz y coherencia contigo mismo, es decir, estar conforme con lo que haces, dices y piensas.

La felicidad implica un proceso personal muy profundo en el que evolucionas y vas cultivando logros y derrotas, siendo ambas igual de importantes. Una vez vayan floreciendo tus experiencias será más fácil evitar caer en crisis que pueden confundirte en tu camino.

La felicidad se cultiva individualmente

Contra muchas consideraciones, la felicidad personal es ajena de causa externa, es decir, depende exclusivamente de ti y de que tú apuestes por ser feliz. De este modo, se trata de una decisión personal que carece de causa.

Y, aunque alcancemos esa felicidad, Ana considera que no siempre se puede mantener la felicidad plena, sino que es un estado totalmente compatible con momentos de tristeza, la diferencia es que estos malos momentos los atravesaremos con más paz. Por ejemplo, si nosotros somos felices, pero atravesamos por un bache, por ejemplo la muerte de un ser querido, en muchas ocasiones no recurrimos a la tristeza, sino que decimos “Estoy en paz”.

Por lo tanto, la felicidad se puede desglosar. Sentimientos como la euforia, el entusiasmo o la alegría son emociones momentáneas, el resto del tiempo puedes ser feliz sintiendo todo tipo de emociones.

“La felicidad serena es la real”

Decisiones que te lleven a la felicidad

Uno de los sentimientos más gratificantes es la conciencia de la felicidad, aquellos momentos en los que no solo eres feliz, sino que lo sabes.

Así, Ana recalca la importancia de ser conscientes de nuestro estado emocional y, para ello, debemos mostrar especial atención a lo que hacemos, por qué lo hacemos y cómo nos hace sentir.

Hay mucha gente que está bien pero, por no mirar alrededor, no lo aprecia. De esta manera,  debemos concienciarnos acerca de todo lo que está bien en nuestra vida, en vez de enfocarnos en lo negativo. Ana toma como ejemplo las actividades de voluntariado puesto que se tratan de una gran experiencia para apreciar tus circunstancias.

En ocasiones, conseguir la felicidad supone eliminar algún elemento externo de nuestras vidas, pero, otras veces, las circunstancias no son susceptibles de cambio por lo que solo queda aceptar nuestra situación personal y aprender a vivir con ella. Por ello, es necesario un análisis para la posterior toma de decisiones.

Evita sabotear tu felicidad

El principal pilar para no sabotear tu propia felicidad es ser amable contigo ya que tú eres la persona que siempre vas a tener que escuchar, quieras o no. En ocasiones somos muy exigentes con nosotros mismos, lo cual se puede reflejar mediante el exceso de responsabilidad que nos atribuimos en nuestro día a día para no considerarnos personas ineficientes. También hay que saber que no pasa nada por no cumplir todos los objetivos diarios.

A la hora de emprender, hay noches sin dormir, riesgo e incertidumbres. Pero cuando llevas tres años gestionando tu empresa y ,mantienes el mismo nivel de agobio, se convierte en una situación insostenible ya que el cuerpo no está preparado para aguantar ni física ni mentalmente.

Debemos intentar lograr un equilibrio en el que el estrés y la motivación se encuentren a la par. El mundo es de las personas persistentes y perseverantes, pero también es de aquellos que miden su salud y aprenden a gestionar su energía interna.

Tal y como aconseja el padre de Ana: “Tú, tu camino”. Cada persona tiene un ritmo diferente por lo que únicamente nos podemos comparar con versiones antiguas de nosotros mismos.