Escribir textos emocionales en el blog de tu marca, o dotar de un puntillo emocional el copywriting de tu web, tiene más sentido del que crees y hoy quiero explicarte las claves por las que debes tener en cuenta este aspecto.
Y es que, un cliente emocionalmente conectado a tu marca y su contenido, te proporcionará muchísimo más valor que un cliente normal que, por ejemplo, compra por impulso. No lo digo yo. Lo dicen los expertos de Harvard Business Review
, quienes además, aseguran que los clientes emocionalmente conectados con el contenido de una marca, interactúan más, compran más y repiten la compra al cabo del tiempo
. Por otro lado, según el estudio realizado por una banca minorista, los clientes conectados emocionalmente al banco, eran 6 veces más valiosos que los clientes más satisfechos
, porque se mantienen como clientes del banco mucho más tiempo, contratan más productos y tenían más dinero ahorrado en la institución. Alucinante lo que pueden hacer las emociones, ¿verdad?
Para conectar con tu cliente, o mejor dicho, para que tu cliente conecte con tu marca de forma emocional, hay varios factores que debes tener en cuenta. Ya no sólo entra en juego el copywriting (del que ya te hablé en este post ) y su capacidad de persuasión. Ahora también entra en juego el Storytelling , o lo que es lo mismo: el arte de contar historias que enganchen con la mente de nuestro cliente. ¿Te apetece explorar más sobe esta idea que puede ayudarte a escribir textos emocionales más efectivos? ¡Sigue leyendo!
Desde que el ser humano desarrolló el lenguaje, las historias nos han acompañado. Han servido para transmitir conocimiento, entretenimiento, deleite, sorpresa, miedo, alegría o empatía. Las historias nos sirven para comunicarnos
. ¿Qué es una buena conversación con amigos sin un par de anécdotas bien contadas?
Así las cosas, contar historias también es una buena forma de presentar nuestro contenido, de tal forma que conecte directamente con la mente del usuario
. De esta forma, nuestros textos cobrarán mucho más sentido para nuestros lectores, conectarán emocionalmente con ellos. Y ya hemos visto lo que sucede cuando alguien se conecta de forma emocional con una marca, ¿verdad?
Reflexiona ahora sobre una marca que te guste muchísimo. Y sobre todo, reflexiona sobre por qué te gusta tanto. A mí por ejemplo, me encanta la cosmética de Lush
, pero sobre todo, lo que me gusta es el origen de su marca, sus valores y cómo lo cuentan al mundo a través del naming de sus productos o las historias de su web.
Así que, si tú también quieres comprobar el poder de las historias, aquí van algunas recomendaciones para escribir textos emocionales y conectar con tu cliente
:
Cuando alguien muestra su lado más personal, automáticamente nos sentimos más interesados por lo que está compartiendo. Podrás comprobarlo en aquellos posts que hayas hecho en tus redes sociales contando una historia personal. O también, cuando en un blog explicas un hecho y después lo ejemplificas con tu opinión o punto de vista desde un punto de vista más llano y personal.
A mí, por ejemplo, me requetechifla el estilazo que tiene Lucía Be para contar casi cualquier cosa. En su blog verás muchos ejemplos de conexión emocional con el usuario. De tal forma que, a pesar de que nos está hablando de un tema muy concreto (en este caso sería "Trucos de estilo para invitadas (im)perfectas"
), es inevitable conectarse emocionalmente con el texto al leer párrafos de este tipo:
¿Qué es lo que hace que una historia sea apasionante? Los detalles con los que nos lo cuentan y la información extra.
Piensa en la última vez que un amigo te contó una historia buenísima sobre algo que le había sucedido. ¿Verdad que hizo hincapié en cómo se había sentido, en la cara que había puesto Fulanito o en quién estaba presente cuando sucedió todo? Si te paras a pensarlo, en los pequeños detalles es donde suele residir la enjundia de la historia.
A la hora de escribir textos emocionales, puedes tener en cuenta esto, aportando información de respaldo a tus usuarios. Para ello necesitarás investigar.
Sobre todo si quieres convencer a tus lectores de algo o si quieres que el usuario que entra en tu web se plantee comprar tu producto o servicio. Los detalles aportan valor y credibilidad a tu historia. Es cierto, alargan el proceso de producción de un texto o de un contenido, ¿pero no crees que merece la pena?
Estadísticas, ejemplos prácticos, elementos visuales o experiencias propias
pueden ayudarte a completar tu historia, de forma que el lector la sienta más creíble y, por tanto, que conecte más con ella.
Hace tiempo que quiero hacer un curso de Storytelling. Tantas ganas tengo, que llevo varias semanas brujuleando en busca del curso perfecto. Créeme, no he consultado ni uno ni dos, sino que he dedicado gran parte del tiempo a dar con él. Todavía no lo he encontrado. El motivo es porque alguien que me vende un curso en el que me va a enseñar a contar historias, no me está contando una cuando me lo vende
. No está conectando emocionalmente conmigo. En cambio, me está proporcionando datos acerca de la satisfacción de otros alumnos o me cuenta en qué medios reputados ha sido nombrado. Sin embargo, su propuesta se me queda coja.
Por no hablar, además, de que en la mayoría de los casos que he consultado, el concepto de "formatos" está totalmente desaparecido
.
Y es que, en un mundo tan preñado de herramientas como el online de hoy en día, tienes que saber cómo adaptar la historia de tu marca o la historia que quieras contar. Existen tantos formatos y plataformas en las que vas a interactuar con tu cliente, que no te puedes limitar
. Ya no se trata sólo en cómo escribir textos emocionales. También puede ser interesante contar historias en otro tipo de formatos como podcasts o LIVEs en Facebook, ¿verdad?
Así que, recuerda: hay más de una forma de contar una gran historia. No te limites y explóralas todas
. Tarde o temprano, darás con aquella que sea la perfecta para tu marca.
Tu marca no es nada sin tus clientes o tu audiencia.
Día a día, la historia de tu negocio se forma gracias a las interacciones que tienes con ellos. El monólogo que antaño podían permitirse las marcas, ya no existe. Ahora es un diálogo y es absolutamente bilateral. Por ello, no resulta una mala idea aprovechar esta interacción para completar tu historia.
Por ejemplo, muchas marcas invitan a sus clientes a subir una foto a redes sociales con uno de sus productos y un #hashtag determinado
, y promete que la mejor foto aparecerá en la cuenta de Instagram de la propia marca.
La aplicación A Color Story
invita a los usuarios a etiquetar su cuenta en las fotos editadas con su aplicación. Después, comparten sus favoritas en su perfil de Instagram, explicando los filtros que se han utilizado. De esta forma, personas de todo el mundo editan bellísimas fotos que pueden verse, como un conjunto hermoso y parte de la historia de la marca si visitas el hashtag#acolorstory.
Quiero terminar el post con unas cuantas recomendaciones y recordatorios. ¡Espero que te sean útiles!