Seguramente te ha pasado que tienes muy claro quién es tu cliente ideal y cómo puedes ayudarle con tu producto o servicio. Sin embargo, te has dado cuenta de que, a la hora de dar a conocer tu marca en el mundo online, la misión de conectar y llegar a tu cliente o la venta, se vuelven complicadas.
El mundo online va muy rápido, hay mucha competencia y por más que lo intentas, te es difícil que tu mensaje de venta llegue a tu cliente.
Si esta situación te resulta familiar, quédate a ver el vídeo de hoy porque vamos a hablar acerca de cómo vender más en el mundo online, utilizando el marketing de contenidos.
El Customer Journey es un término de marketing que hace referencia a las fases por las que pasa un usuario desde que descubre nuestra marca o negocio hasta que finalmente se convierte en cliente.
Es importante que tengas en cuenta esto, porque en cada una de las fases, el cliente necesitará cosas diferentes, contenidos diferentes.
Por ejemplo, en una primera frase que vamos a llamar fase de atracción, nuestro objetivo y el de nuestros contenidos tiene que ser darnos a conocer.
En esta fase, el cliente todavía no conoce la solución a su problema o necesidad o no es muy consciente de que podría mejorar o conseguir ciertas cosas que nosotros le ayudamos a conseguir, por lo que en esta fase los contenidos serán específicos, fáciles de consumir, poniendo en valor las soluciones que damos y dándonos a conocer.
En otra fase, en la que el cliente ya nos conoce o nos sigue por redes, necesitamos que esos seguidores se conviertan en clientes potenciales. A lo mejor todavía no necesitamos hacer contenidos de venta o hablarle de nuestro servicio, pero sí que debemos demostrarle que somos una opción viable para resolver su problema o necesidad.
Este es el momento de conseguir que esas personas se conviertan en leads.
La última fase, en la que ya buscamos que el cliente se interese por nuestro producto o servicio y en última instancia, que compre, el contenido que creemos tiene que estar más orientado a resolver dudas sobre el producto, solucionar posibles objeciones del cliente o poner en valor nuestras ofertas atractivas o la garantía que ofrecemos.
Como ves, dependiendo de cada una de las fases en las que nos encontremos, precisaremos de distintos tipos de contenidos. Por eso, te propongo el ejercicio de que intentes escribir en un papel y trazar ese camino que recorre tu cliente, enumerando:
Además de entender el viaje que recorre tu cliente, y como hemos visto, saber que no para todas las fases necesitas los mismos contenidos, también es interesante que trabajes con los formatos.
Si ponemos el ejemplo de Instagram, dependiendo de cada fase, habrá formatos que nos interesen más que otros.
Por tanto, recuerda que tan importante es definir las fases por las que pasa tu cliente hasta que compra, como los formatos en los que vamos a crear nuestros contenidos.
Esto te puede sonar a tópico, pero realmente en Internet la constancia es lo que marca la diferencia.
Además, la propia naturaleza del marketing de contenidos es construir relaciones a largo plazo con nuestras audiencias y clientes potenciales y los resultados de aplicar el marketing de contenidos no suelen verse de un día para otro.
Es decir: no te pones hoy a hacer contenidos y consigues ventas mañana, sino que al cabo de un tiempo creando contenido valioso, recurrente y alineado con las necesidades de tu cliente ideal, es cuando consigues que tome la decisión de compra, porque le has fidelizado.
Por tanto, la constancia es super clave en este sentido.
Una de las cosas que te recomiendo para mantener la constancia es tener una planificación, de forma que siempre sepas qué vas a publicar y cómo lo vas a hacer.